TORTILLA RECONTRA ESPAÑOLA.

El otro día hice una Tortilla Española y le puse calabacín (La tortilla española de la boda real).

A los amigos españoles que leyeron la receta casi les viene una parálisis cerebral. “La Tortilla Española no lleva calabacín ¡Jamás!” me dijeron todos cuando se recuperaron de la lobotomía a la que se tuvieron que someter para extirpar de su cerebro la palabra “calabacín” para siempre. Es más, no quiero nombrarlo más porque si lo llegan a leer de nuevo igual recaen y me sentiría fatal.

Llamémoslo “El Elemento”. Eso es. No utilizaré “El Elemento” nunca más en la Tortilla Española.

Fue una de las recetas más comentadas. A veces tardo una semana en currarme un relato que llegue al alma, que mueva la fibra, de esos que no deberían dejar  indiferentes a nadie y como mucho me dejan tres o cuatro comentarios.

Eso si, el día que se me ocurrió ponerle “El Elemento” a una Tortilla Española faltó que me escribieran desde la mismísima casa real para quitarme la ciudadanía europea. Si, de toda Europa, para que no pueda vivir ni en los países vecinos.

Supongo que será lo mismo que si a un uruguayo le quieres poner kétchup al asado de tira… ay… me mareo… no se por qué dije eso…. me mareo….

TORTILA de PATATAS recontra ESPAÑOLA.

Me regalaron un libro de recetas que lleva publicándose desde 1950, “Cocina Tradicional Española” de Ana María Herrera.

He seguido la receta al pie de la letra. Es más, la cociné escuchando la Verbena de la Paloma, para que ningún pensamiento extranjero invadiera mi mente. Yo respeto mucho la cultura de mi querido país adoptivo y realmente, no se en qué cojones estaba pensando cuando agregué calabaci…. No! lo siento! Lo siento! No quise nombrarlo! Ya pasó… ya pasó…

Copiaré textualmente la receta para no equivocarme:

INGREDIENTES: 

Patatas: 1 y 1/4 kg

Huevos: 6

Aceite: 1 decilitro. 

Cebolla: 1

“Se mondan las patatas y después de lavarlas se cortan muy finas. Se pica la cebolla muy fina también.

En una sartén se pone el aceite, y cundo está caliente se echa la cebolla. Se empieza a rehogar y en seguida se echan las patatas, a las que se añade sal, y se tapan, moviéndolas de vez en cuando, hasta que estén tiernas.

Se baten los huevos con un poco de sal y se hacen dos tortillas a buena lumbre, dándoles la vuelta en seguida que se cuajen por un lado para que no se resequen.

Se sirven en una fuente grande, una al lado de la otra.”

¿Qué si me quedó rica? Bueeeno, me encantaría decirte que fue la tortilla mas rica que comí en mi vida, pero la verdad es que no.

Las he comido increíblemente mejores. Aunque para haber sido la primera no ha estado mal.

Eso si, descorché un champagne y la acompañé de una ensalada de lechuga, espinacas y cebolleta con orégano. Encendí muchas velas y lo serví en la terraza bajo las estrellas.

Mi primera Tortilla Española, quién iba a decirlo.

Que aproveche.

 

NOTA: Ahora te voy a contar algo que me exculpe de la pedazo de herejía que cometí en la receta anterior. En Uruguay también tenemos un Gran Manual de Cocina, se llama “El libro del Crandon” y curiosamente es el libro más vendido en Uruguay de todos los tiempos. Es la biblia culinaria. Consulté la receta de la Tortilla Española y la receta dice así:

“En un poco de aceite, agregas la cebolla y dos chorizos colorados rebanados…”

Efectivamente “chorizo”. Si para un inofensivo calabacín te tuviste que hacer una lobotomía no me quiero imaginar lo que te tendrás que extirpar para superar esto.

Lo siento muchísimo. Tenías que saberlo.