Es una receta sencilla pero queda muy rica. Simplemente rebozas los champiñones, primero en huevo y luego en una mezcla de pan rallado con una cucharadita de harina. Si quieres a esa mezcla también le puedes agregar un poquito de orégano o las especias que te gusten. Luego los fríes nada más. Cuando te los comes están crocantes por fuera y jugosos por dentro. A mi los champiñones me gusta comerlos enteros porque cuando están cocidos te explotan en la boca y desprenden todo sabor. Y yo pienso que si tienen esa cualidad será por algo, por eso la aprovecho.
2 comentarios:
los probare asi mañana mismo,en casa los consumimos asiduamente nos encantan, un saludo desde Asturias!
Te encantarán! ya me contarás si te gustan. Un abrazo!
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