ADÁN Y... ¿QUIÉN?

El otro día me estaba comiendo una manzana roja, deliciosa, jugosa y me asaltó una duda: la historia de Adán y Eva ¿Realmente la cree alguien?

Ojo, ignorancia pura, no digo que no sea creíble. Es sólo que la analicé unos minutos y me dio un poco de asquito. 

Quiero decir, ellos eran el único hombre y mujer que habitaba la tierra, tengo entendido. Fue entonces que al sexto día de conocerse, se les apareció una serpiente y les dijo que comieran una manzana. 

Pasemos por alto el hecho de que le hablara una serpiente (igual antes de la manzana se habían comido unos hongos sin querer) y vayamos al hecho conciso de que por comer una manzana se les despertó “el erotismo” (todo el mundo tiene derecho a que el erotismo se le despierte con lo que se le de la gana. A mí, por ejemplo, se me despierta con algunos tequilas y unos tacos bien picantes. Pero oye, si a ti se te despierta con una manzana, bien por ti, no seré yo la que te diga que es absolutamente imposible).

Fue ahí donde copularon (no llamemos “amor” a lo que no lo es. No olvidemos que los acontecimientos se sucedieron de la siguiente forma: “pasaron 6 días – conversación con serpiente – manzana – copular” que nada tiene que ver con “conocerse profundamente y enamorarse”). Y ahí Dios (todo amor) como castigo (no se por qué, al final nos creó él a su imagen y semejanza) la hace a ella (sólo a ella, tampoco entiendo por qué) tener hijos “con dolor”! 

Un sádico de novela.

Es ahí que, como siguen comiendo manzanas, lógicamente, tienen hijos hasta morir. 

Dos hijos famosos y otro montón de hijos e hijas que han pasado al anonimato. 

Todos ellos, para seguir poblando el mundo y seguir llevándole la contraria al abuelo (no me extraña que quisieran vengarse), tuvieron que copular entre sí en el contexto de un incesto eterno que dura hasta el día de hoy (aunque ya no comamos tantas manzanas).

Como pedagogo, Dios, si les quería hacer entender el mensaje de que intimar era pecado, desde luego, se ha lucido.

Hay una cosa que quiero que quede clara, a mi que vengamos del mono tampoco me gusta. Pero me hace sentir mucho mejor que venir de una familia de depravados. Además, si venimos todos de Adán y Eva, somos todos parientes y a mi, particularmente, me da un miedo espantoso.  

Sólo por curiosidad ¿Cuál era el apellido de Adán y Eva?... Espera, no tenían, claro. Y los apellidos ¿De dónde vienen?

Uffff… tanto pecado acumulado me dio hambre.

TIMBAL DE ESPINACAS SALTEADAS con HUEVO POCHÉ.

Estar a dieta: sí. Aburrirme: jamás.

Tardaré en adelgazar mucho más que los que “no comen” pero es que yo, además de mantener una línea saludable, quiero vivir.

Es así como llegué a esta receta deliciosa, llena de vitaminas y casi vegetariana.

En una sartén con una cucharadita de aceite de oliva sofríes:

- 1 cebolla

- ½ pimiento rojo

- 2 dientes de ajo

- 5 champiñones

Todo muy, muy picado y revuelto lentamente y con la sartén tapada, para que todos sus jugos se mezclen lentamente y no se evaporen, sino que se condensen en la tapa y vuelva y vuelvan a la mezcla.

Aparte cocina la espinaca y escúrrela lo más que puedas.

Agrégalo a la mezcla anterior y sofríe por unos 5 minutos.

Agrega sal, pimentón y perejil picado.

Haz un timbal en el centro del plato y rodéalo con champiñones enteros sofritos durante 15 minutos en aceite de oliva y sal. Decora con semillas de sésamo, lino y orégano.

Aparte haces un huevo poché. De todas las recetas que hay en internet no hubo ni una sola que me saliera bien. Ni una. Así que después de desperdiciar 5 huevos, hice un huevo frito (apenas frito en una cucharadita de aceite, pero al fin frito). No obstante te recomiendo huevo poché. Si te sale, es más sano.

La cena la acompañé con un vino. Ni el vino, ni el huevo frito entraban dentro de mi dieta, así que ¿quién sabe? tal vez haya cometido un pecado original.

 Eso si, tengo una buena excusa: vengo de unos padres bastante liberales que a los seis días de conocerse, bajo los efectos alucinógenos de quién sabe qué y haciendo caso a una serpiente venenosa, se comieron un fruto prohibido que les hizo intimar hasta parir “con dolor” a toda la humanidad.

Qué familia.

Que aproveche.