Porque hay tan poca gente, paisajes tan lindos, cualquiera es tan simple y entrañable, todos hablan poco y te dejan pensar.
Por eso en Uruguay te reencuentras contigo mismo.
Uruguay es parte de tí, seas quien seas.
Después de este arranque patriótico voy a hacer una comida ligerita como para dejar lugar a los sentimientos (¿No te pasa que cuando comes mucho te quedas como insensible? Ah... no?... es que yo cuando como mucho no me cabe ni la duda)
ENSALADA DE AGUACATE CON ANCHOAS (lo pongo en mayúsculas para que parezca más importante, porque es tan sencillo que apenas se le puede llamar receta, pero es muy vistoso y el sabor es muy original)
TORTILLA DE PATATAS SIN HUEVO (toda una revelación)
En una sartén de teflón coloca aceite de oliva y caliéntalo. Cuando esté listo ve colocando una plancha de lonchitas de patata. Cuando hayas cubierto el fondo sálala y ponle pimienta. Luego otra capa de patatas extra finas, sal, pimienta y así hasta terminar. El almidón de las patatas será el que adhiera toda la tortilla.
Voilà! Queda así.
Bueno, queda así si al lado tiene un omelet de champiñones, para lo cual...
OMELET DE CHAMPIÑONES.
Cortas un montón de champiñones en láminas. Los colocas en un recipiente con 4 huevos, sal, orégano, y un diente de ajo picado muy fino. Calientas una sartén de teflón con aceite de oliva, cuando esté caliente colocas el preparado y no lo das vuelta como un omelet sino que lo fríes de un lado y luego del otro. Esto no tiene ninguna razón científica más que la de crearle a los comensales una disonancia cognitiva (¿¿¿será esto un omelet o una tortilla????) En el caso de que no tengan ninguna disonancia congnitiva contra la que luchar.
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