LA PODEROSA LOGIA DE "EL RESTO".

En el mundo están los Iluminati que, según tengo entendido, son una orden secreta que buscan el perfeccionamiento del ser humano (tienen bastante trabajo).

 

También están los Masones, que parece ser que buscan el ennoblecimiento de la humanidad a través de la libertad, la tolerancia y la fraternidad (ojalá lo logren).

Están los Mormones que aseguran que “Dios no ha sido siempre el Ser Supremo del universo (es bueno saberlo, por si algún día nos apetece contradecirle).

Los del Opus Dei, cuya misión es difundir la enseñanza católica de que todas las personas están llamadas a hacerse santos (Espero que algunos no contesten el teléfono).

Los Católicos, que creen en un Dios que está en todas partes (así que subcontrata a miles y miles de santos que le ayudan. Como es lógico).

Los Musulmanes (Que creen sólo en Alá, sin copartícipes. Tiene mucho mérito). 

Los Ateos, que no creen en ningún Dios. Es decir, se definen por algo que no hacen. (Esto sí que es ganas de autodefinirse)

Luego están los de “La iglesia de  Jesucristo de los santos de los últimos días”. (Seguro que la recepcionista está a punto de cortarse las venas. “- Iglesia de Jesucristo de los santos de los últimos días. Buenas tardes, le atiende Maribel”. Imagínate la cara de esa mujer a las 7 de la tarde. Yo preferiría trabajar en “Nike”.)

Y luego estamos “El Resto”, que no pertenecemos a nada.

Y aunque no seamos tan famosos, formamos un grupo que mantiene secretamente, desde tiempos inmemoriales, una intensa lucha: la de no creer en nada en un mundo donde todo el mundo cree en algo.   

Los que pertenecemos a “El Resto”, preferimos mantener un bajo perfil y que no se sepa que pertenecemos a ese “grupo”.

 

 Para entrar tienes que ser recomendado por un integrante de “El Resto”. Entre nosotros nos llamamos “Cualquiera”.

Cuando un hermano “Cualquiera” te acepta en “El resto”, debes superar una prueba iniciática, una especie de shock espiritual. Te encierran en un cuarto blanco sin absolutamente ningún símbolo y un revolver encima de una mesa.

Si resistes más de 10 minutos el vacío emocional sin pegarte un tiro, estás dentro.

 

Para vivir una vida dedicada a “El Resto” debes trabajar tu fuerza mental permanentemente sin bajar ni un segundo la guardia. Miles de pensamientos existencialistas te asaltarán permanentemente tentándote a creer en cientos de historias… en la magia, en dioses, en símbolos…

 Si eres lo suficientemente poderoso, te mantendrás al margen de todo y seguirás perteneciendo a este selecto grupo de quienes no pertenecemos a nada y día a día intentamos sobrevivir apoyándonos en nuestra sola existencia.   

LA BOQUERÍA (Barcelona).

Hoy no cocino. No me apetece. Los vacíos existenciales me quitan el apetito.

Últimamente intento comprar todos los alimentos en Mercados y sitios de cultivo Ecológico. Se me ha dado por pensar que tantas carencias físicas y enfermedades horrorosas que sufrimos, son en gran parte por nuestra alimentación. Por todos los pesticidas, antibióticos, hormonas y por los alimentos modificados genéticamente.

¿Cómo se nos ocurre modificar la genética? Miles de años de evolución conviviendo con un determinado tipo de alimento y a nosotros se nos da por modificarlo? ¿ Y esperamos que no tenga ninguna consecuencia?

¿Por qué mejor no le dejamos ese tema a los Dioses?

Es su trabajo ¿No?

Sea lo que sea que cocines hoy, que aproveche.