Te lo resumo para que no te lo compres: Básicamente el mundo se está llenando de guerras, deudas, muerte y miserias.
También están muy preocupados los políticos (no es para menos) porque son muchísimos y viven del dinero público que les ha obligado a mantener un nivel de vida tan alto que ahora lógicamente no pueden mantener y tienen que ponerse a trabajar y dejar de hacer “eso” que hacían antes (¿?).
Y claro, una cosa es vivir en un mundo regido por ideales (no importa si son de izquierdas, de derechas, comunistas, anarquistas, católicos, masones, mormones, islámicos o soñadores) que al menos son ideales (y tampoco importa si luchan en nombre de Dios, de la reina, de la bandera, de la familia, de la justicia o de un pedazo de tierra) y otra cosa es vivir en un mundo regido por logotipos.
Dicen que hay una gran crisis y que van a pasar unas catástrofes económicas impresionantes. Que ya no será tan fácil andar comprando casas y coches como hasta ahora. Me pregunto ¿cómo verá esta “gran crisis aterradora” un adolescente de doce años en África, que apenas a sobrevivido su corta vida para comer y beber lo indispensable y que ha visto morir a toda su familia de hambre y enfermedades, que duerme sobre la tierra y bajo la desprotección más absoluta?
Cuando yo era chica se hablaba del hambre en el mundo, millones de personas muriéndose de desnutrición. Era un disparate y había que hacer algo al respecto inmediatamente. No sólo no hemos hecho nada, sino que ahora son muchísimos más. Nosotros, los que vivimos “del otro lado del mundo” somos muchísimos menos, pero ahora estamos preocupadísimos por una gran crisis mundial.
Pero, si medio mundo se moría de hambre cuando era chica y se sigue muriendo ahora ¿cuál es la novedad? ¿Qué ahora el otro medio mundo no puede cambiar de coche cada año ni vivir del derroche y el sobrepeso?
Perdonen que me ría. Asistiré al estreno de esta “crisis” “mundial” con una gran sonrisa. Me reiré de parte de los que viven en crisis desde hace muchos años y a los que “esta” crisis no les quiebra, porque hace mucho que no tienen nada que quebrar.
Ahora respira profundo, cambia de tercio y pongámonos a cocinar.
PASTEL DE TRUCHA (del otro medio mundo)
Es muy difícil que te quede mal. En el vaso de una batidora colocas:
- 1 cebolla picada.
- 4 dientes de ajo picados.
- 4 cucharadas de perejil.
- 3 huevos.
- ½ morrón (pimiento) rojo.
- Sal.
- Pimienta a gusto.
Y la carne de dos truchas que previamente has hervido (sólo 10 minutos), le has quitado con paciencia toda la piel, la cabeza y las espinas. Toda la carnecita la pones en el vaso de la batidora y lo licuas todo junto y sin compasión.
Mientras, precalientas el horno a 170 grados y colocas la mezcla en un recipiente de horno previamente untado de aceite de oliva.
Aparte, preparas una mayonesa con aceite de oliva: una yema cruda y una cocida, haces una pastita con ambas y le vas agregando pequeñísimos chorros de aceite de oliva suave mientras revuelves con vehemencia y concentración. Cuando logras la cantidad deseada le agregas el zumo de medio limón y sal.
Te diría que es tan rico que te olvidarás del mundo pero ¿sabes qué? No lo hagas. Eres parte del mundo en su totalidad. De ese mundo que está en crisis ahora y de ese otro mundo que ha vivido en crisis desde siempre.
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