Quiero comer como una desacatada mental y estar delgada y hermosa como una modelo publicitaria. Quiero que todo se me de fácil, sobre todo aquello que más quiero y que supuestamente más esfuerzo me demandará. No quiero hacer deporte pero sí sentir la satisfacción de que mis niveles de ansiedad han disminuido y mis músculos se tensan. Pero estando yo sentada en el sofá de mi casa mirando tele y comiendo palomitas de maíz con mantequilla. Además, mirando tonterías, nada de documentales, ni noticieros. Quiero tener el conocimiento de un sabio y ni siquiera lo quiero para sentir un regocijo interno, sino para ir a reuniones de amigos y que todos queden extasiados con mi discurso ilustre, pero sin tener que leer ningún libro, ni mirar ningún informativo, ni estudiar nada de nada. Quiero tomar sol en hora punta y sin protección ninguna y que mi piel se sienta cada vez mejor. Quiero emborracharme y perder la compostura y al otro día no acordarme de nada, tener la piel perfecta, la mirada fresca y el hígado tan sano como un bebé. Quiero probar todas las drogas del mundo y no engancharme a ninguna. Quiero tirarme del balcón para abajo, matarme y después arrepentirme, levantarme y salir caminando y pensando “Pucha! menos mal que no me morí!”. Quiero ser famosa sin hacer nada. Quiero salir en las revistas, siempre bien y sin saber por qué. Quiero cambiar el mundo sin mover un dedo, quiero tener mucho poder sin merecerlo. Quiero recorrer todos los pecados, uno a uno, sin que nadie me castigue después. Quiero tener muchísimo dinero sin ni siquiera moverme, pero tanto, tanto, que no sepa qué hacer con él. Quiero envejecer y ser cada vez más joven. Quiero perder el tiempo y cada vez tener más. Quiero ser inmortal sin hacer ningún pacto con el diablo. Quiero que Dios me quiera aunque yo no crea en él. Quiero amar a todos los hombres guapos del mundo sin serle infiel a ninguno. Quiero tener diez hijos naturales sin parir a nadie. Quiero criarlos sanos, fuertes y felices sin hacer nada. Quiero que todos seamos eternos no se cómo y felices para siempre, por siempre y jamás.
Quiero recorrer miles de kilómetros en un segundo. Y estar cerca de todos de los que amo sin moverme de este lugar. Quiero reconcentrar todos los momentos bellos que he vivido en una cápsula y comérmela cada dos minutos y cada vez que los olvide, comerme una más.
Torta de Jamón y Queso. (Una receta para seres humanos de verdad).
Entonces hago una masa con:
- 2 tazas y un poco de harina (así como lo oyes: “un poco”, así lo hacía mi abuela y así lo hace mi madre. Hazlo así y no discutas, te quedará genial)
- Una cucharadita de levadura en polvo (Royal o la que quieras).
- Una “pizca” de sal.
- Un “chorro” de aceite (simplemente un: glu, glu, glu…).
- Una taza de leche.
Amasa tranquila, si eres mujer… o tranquilo, si eres hombre… nadie te apura.
En un recipiente a parte aparte mezclas: 300 gramos de jamón (dulce), 300 gramos de queso (fuerte), 200 gramos de panceta, 3 huevos, sal y pimienta a gusto (a mi me “gusta” “mucho”).
Partes la masa al medio y amasas las dos masas bien finitas.
Colocas aceite de oliva virgen en la asadera y la primera masa, colocas el relleno de forma uniforme, luego la masa de arriba. Y lo pintas con un huevo batido con sal, aceite (un solo “glu”) y pimienta negra.
Lo metes al horno durante 20 minutos a 180º y voila!
(Quiero una torta de jamón y queso como ésta, comérmela toda yo sola y no engordar. Quiero de todo y sin ninguna consecuencia. Quiero ser una caprichosa, hacer todo "por que sí", que todo se me de y punto y final.)
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