¿Me parece a mi o dentro de poco llega la navidad? Pero ¿no acaba de pasar la del año pasado? Y no me quejo de que otra vez haya que comprar regalos y todos nos pongamos a comer como salvajes y a pasearnos con cara de ilusión y algarabía infundadas. Es más, no me estoy quejando, enserio, es una pregunta real: ¿La navidad pasada no pasó hace poco? Me parece que fue ayer que me terminé de reír de cuando me atraganté con las uvas.
Siempre me pasa. Es que en España hay que pedir 12 deseos, al son de 12 campanadas, que suenan en la Puerta del Sol de Madrid. Son los últimos 12 segundos del año. Y por cada campanada, hay que comerse una uva y pedir un deseo. Así como lo oyes, en doce segundos, tienes que comerte 12 uvas y pedir 12 deseos! Lo pienso y me da la risa.
Se ve que en España están acostumbrados, pero en Uruguay, de donde provengo, a las doce de la noche sólo nos abrazamos y brindamos y como por lo general vienes brindando desde las 2 de la tarde, a nadie se le ocurre plantear desafíos psicomotrices de este calibre.
En fin, a mi cuando llega el momento “uvas” me da una risa incontrolable, además, si es por pedir, pido, pero yo no tengo 12 deseos en la vida. Tengo 3 o 4 o 5! Pero doce?? Quien tiene 12 deseos? Y tan claros como para recordar uno por segundo.
Entonces empiezo rápido:
1 - ¡Mucha salud!
- Y como una uva.
2 - ¡Mucho amor!
- Y como una uva (la anterior la deglutí, porque no me dio tiempo a masticarla, así que a ésta intento pegarle un par de mordidas antes de tragarla)
3 - ¡Mucho dinero!
- Y esta uva la degluto de nuevo, los ojos se me tuercen porque se me atoró un poco en la garganta, pero sigo…
4 - ¡Viajes! ¡Que viaje mucho!
- No terminé de tragar la anterior y me meto la siguiente en la boca que mastico un poco…
5 - ¡Y que tenga una casa muy grande! (ya empiezo a divagar, dado que con el dinero que pedí antes, ya me podría comprar una casa muy grande. ¿o tal vez debería haber especificado a qué me refería con “mucho” dinero?)
- Y como otra uva, junto con la otra que no me ha dado tiempo de comer. Y comienza la tensión muscular porque quiero reírme muchísimo y no puedo…
6 - Y…. (mis pensamientos vuelan, aún me quedan 6 deseos y no se me ocurre nada, el estrés aumenta) …y ¡que escriba un libro famoso! (me siento orgullosa, ese deseo es buenísimo)
- No terminé las otras dos uvas y me meto la tercera en la boca, parte de la primera casi se deshizo pero ¿qué mas da? Las ganas de reír aumentan, pienso en algo feo que me haga bajar la adrenalina…
7 - y … ¡que sea muy feliz! ¡Haga lo que haga! (Dios! Los deseos son cada vez mejores! a ver si esto de pedir 12 va a ser una buena idea. Primero purgas los deseos típicos y luego te vas poniendo más exquisito)
- Algo habré tragado, pero ya no se, hay mucha saliva en mi boca, casi no distingo qué es uva y qué es baba. Como otra uva… mi rostro mira a todos lados desesperadamente buscando algún cómplice que se ría conmigo, así no siento que soy la única que tengo ganas de escupir todas las uvas por el salón y por fin gritar ¡Feliz año nuevo! No puedo, nadie lo hace, sería un sacrilegio, esto va enserio.
8 - ¡Que toda mi vida sea maravillosa! ¡La mía y todas las vidas de todos los que conozco por siempre jamás… ¡dong! (hubiera seguido pero suena otra campanada).
- Tragué todo, la saliva me ayudó a “pasarlo” mejor, me meto otra uva a la boca, creo que 6 años me han servido para adaptarme a la cultura, ya no escupo las uvas del nuevo año a la tercera uva en un ataque de risa ¡Tal vez mi suerte esté cambiando! ¿Y si estos son los deseos que se van a cumplir? Por favor Dios mío ¡Ilumíname! ¡Esto no es broma!…
9 - ¡Que en todo el año que viene, todos los deseos que pida se cumplan!... (Ja!!! Con esto quedo cubierta por todo un año! Es fantástico! No hay más que pedir y pedir.
- Trago todo lo anterior y trago la nueva uva mientras lanzo una mirada desafiante a una pared que no me juzga (si miro así a los presentes así saldrían corriendo, además, están muy ocupados pensando 12 deseos, en 12 segundos, mientras comen 12 uvas, escuchando 12 campanadas).
10 - ¡y por si el deseo anterior no funciona! Que este deseo cumpla todo lo que el otro deseo ha pedido antes! (el ingenio se agudiza hasta límites insospechados) .
- Esta uva no se atraganta, se digiere con normalidad porque sabe que tiene un par de golpes finales…
11 - ¡Y además que todo lo que pidan todos mis seres queridos que también se cumpla! (Pienso extenuada dándole al destino un golpe, casi mortal, contra la cuerdas…. )
- La penúltima uva absorbe con la mayor dignidad posible un par de masticadas y se desliza por el esófago sin ofrecer la menor resistencia, casi agradecida por haber salido de aquella pesadilla…
12 – El último deseo. Hasta dentro de 365 días no tendré la oportunidad de pedir un deseo tan poderoso como este. El mundo cae sobre mi mente. Todo se vuelve pesado. La última uva juguetea inquieta entre mis dedos esperando el gran golpe final hasta que…
¡que no haya nadie en el mundo sufriendo, que nadie tenga hambre nunca mas, que las fabricas de plástico se fundan, que a los violadores no se les pare nunca mas, que ningún ser humano pueda jamás nunca volver a ver la diferencia entre ningún otro ser humano, que se acabe el petróleo de una vez, que las multinacionales quiebren mañana, que cada ser humano del mundo tenga una huerta donde poder cultivar sus propios alimentos, que el deporte no sea una moda, sea la manera inteligente que todos hemos elegido vivir, que la envidia ya no encuentre cobijo en ningún infeliz, que la comida sabrosa ya no engorde, que si engorda no nos importe, que ese “algo más” que creemos que existe, exista, que la vida sea eterna, que la belleza sea relativa y siempre bella ante nuestros ojos, que nuestros hijos sean hijos de toda la humanidad, que los sentimientos oscuros del ser humano se atrofien hasta desaparecer y que la luz reine en todas las almas, en todas las mentes, en todos los cuerpos y en todos los rincones del mundo… ¡dong!
- La última uva la mastiqué tranquila, no hay límite para comer la última uva.
Las cartas están echadas. Ahora no hay más que esperar.
12 INGREDIENTES, PARA 12 DESEOS.
En una gran asadera colocas:
1 - Alcachofas.
2 - Champiñones.
3 - Pimiento rojo.
4 - Ajo.
5 - Cebolla.
6 - Berenjena.
7 - Calabacín.
8 - Zanahorias.
9 - Patatas.
10 - Pimienta negra.
11 - Orégano
12 - Sal.
Podría ser una cena cualquiera, pero si colocas los ingredientes con gracia en la asadera, parecerá que sacas del horno un pavo, o un gran lechón. Pero con esta cena quedarás más ligero y es recomendable, sobre todo si luego te tienes que comer 12 uvas, en 12 segundos, mientras formulas 12 deseos al son de las últimas 12 campanadas del año que se anuncian desde la Puerta del Sol.
Siempre me pasa. Es que en España hay que pedir 12 deseos, al son de 12 campanadas, que suenan en la Puerta del Sol de Madrid. Son los últimos 12 segundos del año. Y por cada campanada, hay que comerse una uva y pedir un deseo. Así como lo oyes, en doce segundos, tienes que comerte 12 uvas y pedir 12 deseos! Lo pienso y me da la risa.
Se ve que en España están acostumbrados, pero en Uruguay, de donde provengo, a las doce de la noche sólo nos abrazamos y brindamos y como por lo general vienes brindando desde las 2 de la tarde, a nadie se le ocurre plantear desafíos psicomotrices de este calibre.
En fin, a mi cuando llega el momento “uvas” me da una risa incontrolable, además, si es por pedir, pido, pero yo no tengo 12 deseos en la vida. Tengo 3 o 4 o 5! Pero doce?? Quien tiene 12 deseos? Y tan claros como para recordar uno por segundo.
Entonces empiezo rápido:
1 - ¡Mucha salud!
- Y como una uva.
2 - ¡Mucho amor!
- Y como una uva (la anterior la deglutí, porque no me dio tiempo a masticarla, así que a ésta intento pegarle un par de mordidas antes de tragarla)
3 - ¡Mucho dinero!
- Y esta uva la degluto de nuevo, los ojos se me tuercen porque se me atoró un poco en la garganta, pero sigo…
4 - ¡Viajes! ¡Que viaje mucho!
- No terminé de tragar la anterior y me meto la siguiente en la boca que mastico un poco…
5 - ¡Y que tenga una casa muy grande! (ya empiezo a divagar, dado que con el dinero que pedí antes, ya me podría comprar una casa muy grande. ¿o tal vez debería haber especificado a qué me refería con “mucho” dinero?)
- Y como otra uva, junto con la otra que no me ha dado tiempo de comer. Y comienza la tensión muscular porque quiero reírme muchísimo y no puedo…
6 - Y…. (mis pensamientos vuelan, aún me quedan 6 deseos y no se me ocurre nada, el estrés aumenta) …y ¡que escriba un libro famoso! (me siento orgullosa, ese deseo es buenísimo)
- No terminé las otras dos uvas y me meto la tercera en la boca, parte de la primera casi se deshizo pero ¿qué mas da? Las ganas de reír aumentan, pienso en algo feo que me haga bajar la adrenalina…
7 - y … ¡que sea muy feliz! ¡Haga lo que haga! (Dios! Los deseos son cada vez mejores! a ver si esto de pedir 12 va a ser una buena idea. Primero purgas los deseos típicos y luego te vas poniendo más exquisito)
- Algo habré tragado, pero ya no se, hay mucha saliva en mi boca, casi no distingo qué es uva y qué es baba. Como otra uva… mi rostro mira a todos lados desesperadamente buscando algún cómplice que se ría conmigo, así no siento que soy la única que tengo ganas de escupir todas las uvas por el salón y por fin gritar ¡Feliz año nuevo! No puedo, nadie lo hace, sería un sacrilegio, esto va enserio.
8 - ¡Que toda mi vida sea maravillosa! ¡La mía y todas las vidas de todos los que conozco por siempre jamás… ¡dong! (hubiera seguido pero suena otra campanada).
- Tragué todo, la saliva me ayudó a “pasarlo” mejor, me meto otra uva a la boca, creo que 6 años me han servido para adaptarme a la cultura, ya no escupo las uvas del nuevo año a la tercera uva en un ataque de risa ¡Tal vez mi suerte esté cambiando! ¿Y si estos son los deseos que se van a cumplir? Por favor Dios mío ¡Ilumíname! ¡Esto no es broma!…
9 - ¡Que en todo el año que viene, todos los deseos que pida se cumplan!... (Ja!!! Con esto quedo cubierta por todo un año! Es fantástico! No hay más que pedir y pedir.
- Trago todo lo anterior y trago la nueva uva mientras lanzo una mirada desafiante a una pared que no me juzga (si miro así a los presentes así saldrían corriendo, además, están muy ocupados pensando 12 deseos, en 12 segundos, mientras comen 12 uvas, escuchando 12 campanadas).
10 - ¡y por si el deseo anterior no funciona! Que este deseo cumpla todo lo que el otro deseo ha pedido antes! (el ingenio se agudiza hasta límites insospechados) .
- Esta uva no se atraganta, se digiere con normalidad porque sabe que tiene un par de golpes finales…
11 - ¡Y además que todo lo que pidan todos mis seres queridos que también se cumpla! (Pienso extenuada dándole al destino un golpe, casi mortal, contra la cuerdas…. )
- La penúltima uva absorbe con la mayor dignidad posible un par de masticadas y se desliza por el esófago sin ofrecer la menor resistencia, casi agradecida por haber salido de aquella pesadilla…
12 – El último deseo. Hasta dentro de 365 días no tendré la oportunidad de pedir un deseo tan poderoso como este. El mundo cae sobre mi mente. Todo se vuelve pesado. La última uva juguetea inquieta entre mis dedos esperando el gran golpe final hasta que…
¡que no haya nadie en el mundo sufriendo, que nadie tenga hambre nunca mas, que las fabricas de plástico se fundan, que a los violadores no se les pare nunca mas, que ningún ser humano pueda jamás nunca volver a ver la diferencia entre ningún otro ser humano, que se acabe el petróleo de una vez, que las multinacionales quiebren mañana, que cada ser humano del mundo tenga una huerta donde poder cultivar sus propios alimentos, que el deporte no sea una moda, sea la manera inteligente que todos hemos elegido vivir, que la envidia ya no encuentre cobijo en ningún infeliz, que la comida sabrosa ya no engorde, que si engorda no nos importe, que ese “algo más” que creemos que existe, exista, que la vida sea eterna, que la belleza sea relativa y siempre bella ante nuestros ojos, que nuestros hijos sean hijos de toda la humanidad, que los sentimientos oscuros del ser humano se atrofien hasta desaparecer y que la luz reine en todas las almas, en todas las mentes, en todos los cuerpos y en todos los rincones del mundo… ¡dong!
- La última uva la mastiqué tranquila, no hay límite para comer la última uva.
Las cartas están echadas. Ahora no hay más que esperar.
12 INGREDIENTES, PARA 12 DESEOS.
En una gran asadera colocas:
1 - Alcachofas.
2 - Champiñones.
3 - Pimiento rojo.
4 - Ajo.
5 - Cebolla.
6 - Berenjena.
7 - Calabacín.
8 - Zanahorias.
9 - Patatas.
10 - Pimienta negra.
11 - Orégano
12 - Sal.
Podría ser una cena cualquiera, pero si colocas los ingredientes con gracia en la asadera, parecerá que sacas del horno un pavo, o un gran lechón. Pero con esta cena quedarás más ligero y es recomendable, sobre todo si luego te tienes que comer 12 uvas, en 12 segundos, mientras formulas 12 deseos al son de las últimas 12 campanadas del año que se anuncian desde la Puerta del Sol.
1 comentario:
Preciosa entrada....si señor!!!! Yo solo pedia un deseo pero oye.....a partir de ahora...pedire los 12!!! y tan buenos como los tuyos!!! jijiji
http://anicaensucocina.blogspot.com/
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